7 tips para escribir mejores propósitos

 ¡Hola a todos! Espero que hayan pasado una muy feliz Navidad en compañía de sus familias y seres queridos. Yo me la pasé muy contenta, ¿Se acuerdan de mis tíos de la historia de Navidad? Estuve con todos ellos en Atlixco. Pasamos cuatro noches en el Hotel Luna Canela, echando chisme, jugando Maratón, comiendo juntos y viendo a los primos más pequeños divertirse mucho. Como sólo nos juntamos cada dos años, son pocas las ocasiones en las que todos los primos pueden jugar juntos.

¿Y qué creen que pasó? El 25 de diciembre me desperté tempranito en la mañana, para ir al baño no crean que para hacer nada productivo, y como mi plan era regresar a dormir después de eso, no me molesté en despertar bien a mis neuronas. Iban tan dormidas que a mi cerebro no le dio tiempo de procesar el terreno y se me pasó un pequeño escalón que estaba a la mitad del camino. Total que me caí de sentón y me fracturé levemente la pelvis. Ouch.

¡Pero no se preocupen! No es nada grave. El hueso no se rompió, solamente se hizo una fisura, por lo que no fue necesario ningún procedimiento drástico y solamente tengo que inmovilizar lo más que se pueda la pierna derecha: evitar apoyarla, no subir ni bajar escaleras, bañarme sentada, cosas así. Estos días de regreso de Atlixco me la he pasado más que nada acostada en mi cama. Solo me paro para ir al baño y debo confesarles que me he bañado solamente cuando es estrictamente necesario, lo cual quiere decir muy pocas veces. Lo bueno es que de por sí soy anti bañarse todos los días. Pero bueno, así las cosas, ¿qué sería de la época decembrina sin una buena anécdota?

Hablando de la época decembrina, estamos a pocos días de concluir el maratón Guadalupe-Reyes, pero antes de que se acabe, todavía nos quedan la celebración de año nuevo y muchas roscas de reyes. Sé que todo mundo tiene diferentes tradiciones para el Año Nuevo, pero me imagino que muchos de ustedes hacen una lista de propósitos, y los que no la hacen debe ser porque saben que la probabilidad de cumplirlos es muy baja. En mi familia, escribir y compartirnos nuestras listas de propósitos es una tradición de varios años.

Cada año, mis papás, mis hermanas y yo, nos reunimos en la sala un rato antes de irnos a la cena familiar para reflexionar sobre el año que pasó y el año que está por llegar. Compartimos las cosas de las que estamos agradecidos y hacemos un panorama general del año: recordamos los eventos importantes, nos decimos lo que aprendimos, lo que nos gustó, lo que no nos gustó y lo que queremos mejorar el siguiente año. Además de dar gracias, pedimos por el año que sigue y después procedemos a leernos nuestras listas de propósitos, las cuales complementan la reflexión personal de cada uno. Como verán, en mi familia somos muy afectos al rollo.

Haciendo memoria sobre mis propósitos pasados me doy cuenta de que cada lista refleja la época en la que me encontraba, pero también veo que hay algunos que se repiten año con año o que han coincidido en más de una ocasión. Entre mis propósitos pasados podemos encontrar: hacer más ejercicio, ser más aplicada, ser menos enojona, ver menos tele, leer más, y dos favoritos recientes, volver a manejar y volver a usar tacones. (Los cuales ya se cumplieron). Estos últimos los escribí después de la operación de hace seis años y me gustan mucho porque son muy concretos, o sea van al grano, pues.

Gracias a nuestra tradición, he ido mejorando la técnica para escribir propósitos a lo largo de los años. A continuación les dejo algunos tips sobre cómo escribir mejores propósitos de acuerdo a lo que he ido aprendiendo, para que puedan ponerlos en práctica a la hora de escribir los suyos este año. Se darán cuenta que algunos de los puntos coinciden con mi post sobre cumplir nuestras metas (pueden leerlo después, creo que casi cualquiera de los puntos también aplica):

  1. Antes de empezar a escribir los propósitos, reflexionar sobre nuestra vida:  para escribir una buena lista, ayuda reconocer lo que nos hace felices, lo que no, las cosas que nos gustan de nosotros, cosas que queremos mejorar, etc.
  2. Los propósitos deben ser personales: no queremos propósitos genéricos, cada uno debe responder a una necesidad o deseo propios. «Hacer más ejercicio» no es un propósito muy positivo si no viene de una motivación personal. Cuando deseamos cosas solo porque creemos que debemos hacerlo, o solo porque los demás lo hacen, es más difícil que lo cumplamos. Además, debemos de pensar en metas que vayan con nosotros. Podemos mejorar ciertos aspectos de nosotros mismos, pero debemos de reconocer las cosas que no podemos cambiar.
  3. Hacer propósitos específicos: Algo que se puede hacer para convertir un propósito «genérico» en personal es hacerlo más específico. Por ejemplo, en lugar de decir «hacer más ejercicio» podemos pensar en qué tipo de actividad nos gusta; el propósito podría decir algo así como: ir a clases de baile, practicar yoga o unirme a un equipo de futbol. Además, entre más específicos sean, más fácil será cumplirlos.
  4. Fijarnos propósitos realistas: nuestros propósitos deben adaptarse a nuestra situación actual. «Hacer un triatlón» no sería muy realista para alguien que nunca ha hecho ejercicio. Hay que ir poco a poco.
  5. Escribir un número reducido de propósitos: es más probable cumplir nuestra lista si nos enfocamos en tres cosas que queramos hacer, que si escribimos una lista de veinte cosas.
  6. Ver hacia adentro: casi todos los propósitos que escribirnos se refieren a metas de nuestra vida académica, profesional, o a hábitos que queremos adoptar. Todas estas metas que nos fijamos responden siempre a motivaciones profundas que vienen de nuestro interior. Es importante identificar cuáles son estas motivaciones para conocernos mejor y para reconocer cuándo son realmente positivas. Un pequeño tip; cuando encontramos valores que queremos hacer más presentes en nuestras vidas, los propósitos pueden ser menos específicos. Por ejemplo: «Ser más paciente» es un propósito general que podemos aplicar a cualquier aspecto de nuestras vidas.
  7. Hacer propósitos recreativos: este punto me lo robé de otros posts que he leído. Es importante que no todo sean obligaciones o cosas demasiado serias, también se vale ponernos propósitos con fines exclusivamemte recreativos, como ir más seguido al cine, por ejemplo. Ojo: Siempre cuidando que estos no se vuelvan obligaciones. Si su propósito es «ir una vez cada quince días al cine» y un mes no se puede, ¡no se vale estresarse! Estos deben ser los propósitos más flexibles de todos. Recuerden que su objetivo es ponernos de buenas. 

Espero que les sirvan estos tips y que quienes ya tengan una lista puedan usarlos para ver si hay algo que puedan aplicar. A quienes no han escrito propósitos les recomiendo que se tomen el tiempo de escribir una lista, me parece una práctica muy positiva no solamente para ir mejorando aspectos de nuestra vida sino como ejercicio de introspección y autoconocimiento.

¿Cuántos de ustedes acostumbran escribir listas de propósitos?

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*Recomendación: Les dejo esta lista de sugerencias para cumplir más fácilmente nuestros propósitos escrita por Gretchen Rubin. Rubin es autora de The Happiness Project y Better than before, les recomiendo seguirla en twitter (@gretchenrubin), escuchar su podcast o simplemente googlearla para ver alguna de sus pláticas o de las entrevistas que le han hecho. 

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